Dices adiós y te amo todavía. Malditas las ganas de volver a verte si ya te he perdido, maldita suerte de quererte aunque se caiga el mundo; vivir para ti, morir cada segundo. Maldita la hora en que nos prometimos alcanzar el cielo, y el cielo se desplomó. Son muchas las vueltas que nos dio el camino, desesperado me ves como me golpeo el destino.
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