Cuando no alcanza el amor que ofrecés y peleás una causa perdida, el amor se transforma en herida que no cierra, y que no deja ver. Y ceder en la apuesta es tan duro, sin apuro y sin pausa empezás a perder. Vas, cayendo en la tristeza , más honda y más espesa, el techo de tu pieza, en esta noche gris, que iluso que fuí y cómo olvidarme, hoy tengo tus penas y un tango tan gris, hoy, sólo queda un recuerdo en mi corazón lerdo, y en este tango gris qué iluso que fuí, sólo por amarte, creí que podía ser tu dueño así
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